domingo, 21 de junio de 2009

:: Cavilaciones ::


La lluvia me pone a reflexionar. Hace mi mente volar, como torogoces en el cielo cuscatleco. Pienso. Medito. Vuelvo a la misma cavilación. Mi ensimismamiento no tiene precio. Deseo que acabe el ciclo para hacer las cosas que quisiera hacer. Aparte, dentro de mi corazón, quisiera olvidarme de tanta perorata que mis profesores dejan por "trabajos". No lo soporto.

Pero, sin el apoyo incondicional de una pareja estable, unos amigos que muchos quisieran tener y una familia, limitada a tres féminas y un tío padrino, las cosas no fueran iguales. Hace cuatro años, hubiera refunfuñado de mi condición –"soltería indefinida". Y me hubiera resignado a entregarme a cualquiera, cual Bridget Jones desesperada; no obstante, las cosas cambian. Las flamas se convierten en polvo. Los amantes se vuelven amigos. Y yo, como los buenos vinos, he cambiado. Espero que sea para bien.

Para bien de todos. Y mío propio. Sé que me hace falta mucho camino por andar. Muchas cosas que aprender. Y, sobre todo, tantas cosas por amar y apreciar. Gracias a todos los que me rodean, pareja, amigos, familiares y enemigos, por hacerme valorar la vida. Porque, como diría Avril Lavigne, referente obligado de la literatura universal, "If U wanna bring me down... GO AHEAD AND TRY".


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