
Viniste. ¡Qué alegría me da! Muero por verte nuevamente. Correr a abrazarte, sin importar lo que digan los demás. Besarte y decirte cuánta falta me hacías. Es que, definitivamente, eres todo para mí. !Ay, Cosito Bello! Si supieras... Tantas noches sin dejar de pensarte. Sin saber cómo te encontrabas. Y, lo peor de todo, tenerte en la distancia. A lo lejos. Sin poder saber de ti, salvo por extensas conversaciones telefónicas.
Pero, ¿sabes algo? Nada de eso importa., ¿Por qué? Pues, en realidad, puede más nuestro amor que cualquier distancia –de cualquier tipo. Y yo sé, mi amor, que, contigo a mi lado, todo estará bien. Porque, de alguna u otra forma, no puedo evitar prorrumpir en alegría al saber que, al fin, estás aquí.
0 comentarios:
Publicar un comentario