domingo, 4 de enero de 2009

:: Fobias, Pt. 1 ::



No puedo evitar sentirme mal. No depende de mí; más bien, creo que se deriva del ambiente en el que me veo forzado a interactuar. A sabiendas que la "U" es súper abierta con la temática en cuestión, no dejo de tener mis reservas –al respecto. Me aterran las miradas críticas y los comentarios filosos sobre mi preferencia sexual. Tengo pavor a confesarlo abiertamente. Porque, como diría un amigo muy querido, "es paja que no saben que eres". Pero no puedo evadir mi realidad. Incluso mi fobia radica en las manifestaciones explícitas de homofobia, por parte de mis compañeros de carrera.

¿Será que, debido a estas ataduras sociales, no he podido conseguir novio aún? ¿Se deberá, acaso, que me sienta como Drew Barrymore en Jamás Besada, como un completo idiota al idealizar el amor (gay)? No lo sé. Son preguntas que aún no he sabido contestarme –a ciencia cierta. Por consiguiente, he concluido que son tantas cosas que hacen que construya mi identidad a diario. Edifico los cimientos de una fachada que me proteja del llanto, del miedo... ¡De todo lo que pueda lastimarme! Esa coraza que, en ocasiones, considero impenetrable tiende a resquebrajarse. Ya sea por el sentimiento de culpa que tengo por ser homosexual o por el mero hecho de que no seguí el tradicional "molde" social, cual Christina Aguilera rebelde en STRIPPED.

Las consecuencias de mis miedos se reflejan, como rasguños que escocen la piel. Tengo una tremenda incertidumbre por saber qué pasará conmigo este año; sin embargo, estoy sabedor que será mejor que el anterior. Se vale soñar, ¿no?

P.d. Y para constatar cuán miedoso me siento, pongo una canción que refleja algunos de los aspectos por los cuales tengo pánico de la crítica. Pero, como diría la Nelly Furtado, "es normal, porque soy humano". Y porque lo valgo. Claro está.





0 comentarios: